Me gustan las películas de Woody Allen. No me gustan por su comicidad o excentricidad, aunque quizás en algún transfondo si. Me gustan porque son simples, no tienen vueltas, no te hacen pensar más de lo que decidís pensar. Y me gusta decidir que pensar. Él te cuenta una historia, no más compleja que la vida de uno, y el resto queda en vos. Te muestra la vida tal cual es, complicada, tanto como uno la hace, y así son sus finales. No son grandiosos ni inesperados, nadie muere, ni hay explosiones, ni la pareja feliz se casa y tiene miles de hijos. Los personajes toman las elecciones que por lo menos yo hubiera tomado en su lugar, de no haberme suicidado antes. Te enseña de forma irónica la vida, lo sencilla que podría ser si hubiéramos tomado las decisiones correctas en el momento adecuado. Pero si sos un poco apasionado, tan solo un poco, o te invaden las ansias de rebeldía, las posibilidades de que elijas bien son una en un millón. Y cuando arranca el ciclo vicioso de los desaciertos, solo te queda arrancar de nuevo. Y seguir. O suicidarte. Depende de que lado caiga la bola también.
2 comentarios:
si las peliculas no son ni inesperadas y los finales son sencillos, que tiene de buena la pelicula???
justamente por eso, tiene la capacidad de contarte una historia buena,un poco excentrica tal vez, pero relativamente creible. No es la tipica pelicula con el tipico final que te lo re esperas, pero te lo esperas porque es propio de las peliculas. En la vida real esos finales no suceden. En sus peliculas si. Y eso em hace pensar otras cosas, que no las voy a escribir aca. Te muestra la vida cotidiana y las desiciones que uno toma de una forma un poco ironica, y a la vez entretenida, no son aburridas, en ningun moemnto me aburri. Por lo menos a mi, en mi opinion, me gustan por eso.
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