jueves, 4 de noviembre de 2010

Ya se que estás, obligado a este mundo, un latido tan absurdo y siempre a pasos de explotar. Bajaste ya, como bajan las estrellas, asi pido tres deseos quizas uno se nos da... Más lagrimas que penas, más acero que madera. Y la peste evoluciona, nuevas formas, nuevo mal, tan presente y sin notar. Fuentes sin monedas, otra madre que aún espera, el beso de los que sueñan, sin temor a despertar, la mañana sanará. No quiero que te mate el pánico...
Lejos de ser, un abismo entre lo que hoy vivo verás, abajo será siempre, La cuna del sol.

No hay comentarios: